Cuando te aíslas
de todo lo mundano y natural
ya no puedes olvidar
ni volver atrás.
Ese destino de tu vida
que va a ser en soledad
un baile frío y desequilibrado
sin canciones que cantar.
Y aunque te duela
ver como pasa el tren
hay cosas que hay que dejar ir
porque son sueños.
Imposibles que perduran
aunque jueguen con tu mente
amaneceres sin abrazos
ni cantaros en la fuente.
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