A pesar de tantas cosas, de la maldita eterna distancia, mi enfermedad que ya está acabando conmigo descaradamente, antes me daba pequeñas ilusiones ahora ya me dice que me va a reventar por los cuatro costados. A pesar de tantas aventuras, de tantos lugares visitados y de tantos amores en los buenos tiempos, a pesar de todo lo vivido en lo bueno y en lo malo tú siempre has estado ahí.
De noche, de día, de tarde, siempre atenta, siempre con buenos consejos, con sonrisas y lagrimas, sin rendirte ante la adversidad, a mi lado en la distancia desde hace décadas como un matrimonio que se quiere, como dos amigos que no se separan por mucho que pase, pandemias, guerras, crisis, siempre tienes un momento para mi. Gracias, gracias, mil gracias por ser un apoyo durante una vida.
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