Un corazón herido y dañado
por un amor que se ha perdido,
se siente solo y abandonado
en un mundo tan frío y gris.
Sus latidos son ahora tristes
sus suspiros son dolorosos,
cada vez que recuerda al que fuiste
se siente aún más doloroso.
Las heridas siguen abiertas
y la cicatriz se hace más profunda,
por más que intente cerrarlas
el dolor siempre está en la ronda.
Pero aun así, sigue latiendo
aunque ahora sea más lento,
porque sabe que algún día
encontrará un amor sincero y verdadero.
Un amor que lo cure y lo sane
y le devuelva la esperanza,
un amor que lo haga latir de nuevo
y que lo haga sentir la felicidad de la confianza.
El desamor siempre nos ralentiza, es algo inevitable, que ese corazón vuelva a latir fuerte primero en la confianza del autoamor, que de allí llegará todo lo demás. Abrazos
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Un abrazo enorme.
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El amor siempre inspirado. Dulce o triste, pero siempre ahí, porque mueve la vida.
Hermoso poema. Un abrazo, amigo.
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Un abrazo Azurea
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