Cuando pillas el bocadillo

Las cosas que me dices

cuando me tiras de la lengua

no subestiman para nada

lo que te guardas en tu boca.

Tu universo mas absurdo

patea bajo tu ombligo

porque las pruebas mas elementales

es cuando sonríes y saludas.

Y no culpes las distancias

que marcan las estrías

como autopistas del sentido

cuando te afilas las uñas.

El descanso que te das

y como argumentas sin ayudar

crean la conciencia necesaria

que te haga saltar y saltar.

Mensaje lanzado

Las nubes dan paso al descanso, la flor de la piel marchita agranda el deseo de hacer el amor, de consumar el paso de la soledad a la pareja. Como comer sabrosos escorpiones el sexo no lo es todo en un sentimiento de acompañamiento, el ver la cal de la pared cambiada por las pupilas de una dama son merito suficientes para sonreír.

Las gafas graduadas por las décadas se asemejan a el papel cebolla, una lamina que deja paso a una imaginación de enseñar esa cosa que para algunos les rompe el brazo y en otros momentos son como el dragón que tiene un poder infinito. Juguetes del destino.

Pero volviendo a la soledad en el camino que domina el mundo ¿cuánto poder tiene el tacto de otra persona?. Yo sé que daría todo lo que me falta por ese arte tan antiguo de las palabras compartidas, de observar como en el día a día el compromiso y el corazón entregado agradece cada segundo que pasa al lado de un ser caliente y no inanimado.

Que duro puede ser el que uno sea sirviente de la soledad inquebrantable, que una compañera no aparezca como el vuelo de un ave y se pose aceptando al sapo, al viejo fiel que se alimenta de sus recuerdos como en un baile de mascaras porque entre sus paredes ya no deja entrar al viento.

Pensando al desayunar

La sencilla razón de tener un momento de paz es para no tener que ser malo todo el tiempo. El ser humano en su suprema incomprensión es capaz de todo lo bueno que deseamos ver y de hundirte en la mierda en cuestión de segundos, tocar los huevos es un deporte que junto con el de la envidia y el mal de ojo copan el ranking de lo mejorcito de este planeta.

Hasta ser un trepa es algo que se ha normalizado, ser pelota, ser enchufado, ser idiota y tener un puesto de renombre porque tienes un buen padrino, ser defraudador famosete para que te aplaudan en las puertas de los juzgados, ser guionista de series donde el demonio y los ángeles se unen para el apocalipsis, todo en un momento donde si no hay sangre, o escenas gore en los telediarios ya no mola y cambias de canal buscando salseo y masacres.

El morbo vende, ser malo vende, hacer series donde el narcotraficante se ve como la joya de la corona vende mucho, asesinos en series, héroes de guerra por matar mujeres y niños con un rifle de francotirador, vamos que el porno se ha quedado hasta en un segundo plano y es demasiado suave. Que si te ataco porque me da la gana y cuando tengo toda la flota a punto de mandarte al carajo hago un twitter avisando que ahora no se me antoja y todos desilusionados de no ver en directo una guerra por televisión.

Donde hay más violencia machista, feminista, en todas partes. Donde para algún político que pongan más años a unos violadores es un escándalo, donde hay doble moral, doble rasero, donde hay huelga de médicos porque no se puede atender a los pacientes con algo de dignidad, donde sólo unos cuantos cortan el pastel y no reparten ni las migajas, donde la juventud se asfixia, y los que pasan de los cincuenta ya les están buscando la manera de quitárselos de en medio que hay mucha población en el mundo.

Y yo con una enfermedad chunga de cojones que no puedo ni comprarme una cama articulada eléctrica que la tienes por seiscientos euros en fabrica porque no tengo manera de subvencionarla, a los enfermos no nos dan crédito ni para llevar el día a día de una manera más humana. Cosas que parecen tonterías pero que a cientos de miles de personas cada mañana se levantan y se preguntan si es mejor irse para el otro mundo o aguantar que nos llueva mierda otra vez.

El mundo ha dejado de ser mundo cuando nos conformamos con que unos pocos manejen los hilos de miles de millones de ciudadanos.

Vamos a escribir…

Vamos a escribir tonterías sobre el amor y la vida

de esas tonterías que nos dan alegría,

de las que nadie se quiere apartar y hay que ganárselas

porque aunque nos pese nadie está para regalar nada.

Vamos a escribir sobre los valores que nos enseña

el vivir en una sociedad igualitaria esa que tanto odian,

donde todos somos seres humanos y nacemos crecemos

y hasta podemos morir juntos en amor y compañía.

Vamos a escribir sobre la amistad esa inquebrantable

forjada a fuego por el paso de los años y el día a día,

esa amistad que tan poco valor tiene hoy y que todos rechazan

como si fuera la peste porque tenemos conceptos equivocados.

Vamos a escribir de lo que yo siento en estos momentos

de esas cosas que nunca entiendo por muy viejo que me haga,

de esas cosas que a pesar de mis errores y debilidades

no cambiaría nunca porque me dieron momentos de amor y vida.