Te amo
mientras tus manos me seducen,
tus pezones juegan en el limbo
de mis labios humedecidos.
Te siento
en esos adentros que capitularon,
a la manera que tienes de quererme
de dejar enfriar mis sabanas.
Te deseo
más allá de sentirte dentro de mi,
en cada embestida hacia el cielo
nuestros orgasmos al fin compartidos.
Te quiero
en esa lejanía que nos reclama,
en todos los momentos del día
que hacen de amarte mi llamada.
Me masturbo
entre la zanahoria y la cebolla
donde las lágrimas de Elion
me devuelven a la vida.
Orgasmo
entre el cemento y el barro
donde escupen los parias
se vierte todo lo que no queremos.
Clitoriano
como el pan de ajo
como el cuchillo con la manteca
oliendo a cerdo quemado.
Pitonado
con los pezones de la ira
el jamón serrano sin sal
la puta bendita locura.
Adoras mis nalgas
como a mis garbanzos
cuando me meneo
recuerdas mi cocido gallego.
Te gusta relamer
y usar la lengua en mi cuchara
no hay postre que no haga
que no te produzca un orgasmo.
Y no quieres lavar
ni secar luego la vajilla
solo quieres que te repase
todo aquello referente a tu vagina.
Café con leche
de tus pechos en mi boca
me pones el delantal
y me propones una salsa.
Eres el horno de mi vida
y te gustan los cubitos de hielo
para derretir la nevera
que crece entre la cama y el suelo…
Reve Cossue 
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