Mis ojos en la noche

Siento tu calor

en el suicidio de mis pupilas

rasgadas por el polvo estelar

por tu dedo señalándome.

Me culpas de matar los sueños

de no dejar que vuelvan a mi

que no duermo porque temo la muerte

para que te olvides de las noches.

Y ya no se la última vez

que pude descansar con travesuras

donde escapar a lo incierto

y despertar al amanecer.

Me señalas con culpa

como si preparase mi panteón

por humedecer mis ojos cansados

por no aceptar la verdad.

Tus noches

Las noches son muy largas

si no me meto contigo

mientras suspiras en los sueños

y me abrazas entre tus sábanas.

Y me ruegas que duerma

de esa manera suficiente

para llegada la mañana

amarte nuevamente.

¡Madre Mía!

los besines al chatín cada día

que sin la luz encendida predicas

porque a oscuras ¡lo que harías!.

Y es de buena voluntad

mientras haces correr a tu cuerpo

que en tus pensamientos nocturnos

me tengas siempre a mi.