Decisiones

Sé que no voy a llegar a viejo, que mi vida se truncó hace unos años. Vivir con una enfermedad degenerativa que acabará llevando mi cuerpo a ser dependiente de segundas personas no es plato de buen gusto, elevando el dilema y la eterna pregunta de como actuar llegado el momento. Siempre me he dicho que mientras mi mente y mi consciencia se mantuviera sana y clara todo lo que me cayese encima se podría superar porque la vida es demasiado bonita para perderla, incluso ser una “manta” con dignidad no me parecía tan mala idea con tal de ver el progreso de mis allegados y del mundo a lo largo de los años que me terminasen.

Pero también y lo confieso se me ha pasado por la cabeza que llegado el momento más critico de mi vida y antes de no poder hacer nada, terminar con valentía y con una sonrisa agradecida todos los años que pude (buenos y malos) vivir entre todas esas personas a las que quiero y querré siempre de una manera rápida y en silencio, sin levantar revuelo, reivindicando mi derecho a una muerte digna, a no ser el paño de lágrimas de quienes me conocieron en los buenos momentos y que puedan despedirse con esos recuerdos que valen la pena, que hacen que te vayas tranquilo y orgulloso.

He pasado muchas cosas a lo largo de los años, la muerte de un ser amado, perder un hijo, que no me devolviesen lo que un día se firmo o ver como esta enfermedad se cebaba conmigo de manera rápida dejándome reducido a un fotograma de lo que fui. Pero también he vivido cosas maravillosas, viajar por medio mundo, conocer a personas interesantes, trabajar siempre en lo que me ha gustado y compartir a día de hoy una relación con una escritora súper inteligente que no se ha fijado en mi físico ni en mis problemas, se ha quedado con mi sonrisa y los buenos ratos que le hago pasar cuando estamos juntos a pesar de mis carencias. Y eso me llena muchísimo.

Decidir irme antes de ser una carga total es algo que puede pasar en unos años cercanos o quizás la medicina evolucione lo suficiente para alargar lo inevitable, siendo sinceros a pesar del dolor tengo una tolerancia bastante alta al mismo pero también es cierto que los opiáceos ayudan al día a día. Lo que tengo claro es que llegado el momento de que no pueda valerme por mi mismo para nada, no tiene sentido alargar ni atar la situación y dejar paso a un final al que tengo miedo, no sé que hay después y lo ignoro, a pesar de vivir en una zona donde se creen en brujas y en espíritus tan cierto como el pan existe, el otro lado siempre me generó dudas, pero como todo llega sé que ese paso lo haré rodeado del apoyo que se merece.

Esta entrada en mi diario no busca aprobaciones ni polémicas, son muchas horas durante muchas noches sin dormir meditando, de muchos días sin poder hacer nada, de tener un día bueno y seis malos, de rachas de esperanzas y comunicados decepcionantes, de especialistas y muchas pruebas, de probar de todo incluso cosas nuevas, de rabia y desilusión, pero también y no puedo olvidarme de alegrías y todas ellas me las guardo bien adentro de mi corazón porque espero que cuando me toque morirme al menos todas esas alegrías me acompañen a esa nueva aventura si la hay o al menos no las olvide nunca.

Nadie sabe que nos depara el tiempo que estamos aquí, sólo os digo que lo aprovechéis como si no hubiese un mañana porque tal y como estamos viendo en esta realidad, sólo podemos estar seguros de lo que vemos en el presente porque en unos segundos todo puede cambiar. Un abrazo.

A la muerte que no calla

Su enfermedad mental

le hacia insultar al mundo

y acusar a todo aquel que no la quería

de ser lo peor de todo.

Pero su enfermedad era la envidia

los celos más oscuros y la maldad

no dejando de mentir en todo

no dejando de ocultar su verdadera personalidad.

Y al mundo le daba mucha pena

ver como tenían que ir pasando de ella

porque no entendía que NO es NO

y que ya no hay esclavos de la mente.

El mundo desea vivir en paz y sin guerras

ella solo vive desde el odio y el rencor

metiéndose con la enfermedad de las personas

rompiendo el corazón de quién le ayuda.

Y cuando alguien la rechaza con buenos modales

y procesando un cariño lleno de ternura

desata su tempestad llamando y escribiendo al mundo

diciendo barbaridades y falsas calumnias.

Pero a pesar de todo el universo la perdona

porque no habla desde la razón

habla desde el capricho adolescente

de como cuando no te traen tu regalo por navidad.

Y algún día madurara y vera que nadie la hiere

ni nadie la quiere hacer daño pues solo ella

en sus delirios de grandeza y de abuso a los demás

se cree con todos los derechos.

Así que tengan cuidado si la muerte se enamora

de cualquiera de nosotros porque sus ataques

serán tan devastadores que sólo dándole paz y amor

podemos acallar sus fantasías.

Si me muero

Si me muero a ti que te importa

si nunca estuve en tus manos,

si nunca has sentido mis labios

en suave roce con los tuyos.

Si me muero que mas te da

si con ello no ganas nada,

si nadie te va a decir el como

ni el porque de mi muerte.

Si me muero que usaras en tu llanto

agua marina o agua dulce,

no por llorar lo que nunca has tenido

se hace más real o creíble.

Si me muero como lo vas a celebrar

sacaras tus mejores galas al mundo,

o bien te sentirás aliviado

de librarte de mi para siempre…

Dark

No temas

agárrate a mi

no estamos lejos

volveremos. 

Ven

quédate conmigo

lo peor está pasando

tenemos que luchar.

Cuidémonos

como siglos atrás

en los cruces de caminos

esperando.

Amada muerte

querida parca que me susurra

ayúdame en la vida

lo que ya me quitaste muerto.