Cosas del Diablo

El diablo compro mi tiempo

a cambio de unas monedas de oro

en esas horas comprometidas

donde me podría preguntar cualquier cosa.

Los refranes son sabios

la avaricia rompe el saco y tiene razón

al diablo no se le puede permitir

hurgar en tu corazón.

Por un valor determinado

sabe toda tu vida y tu alma entera

luego con el apego que le coge

te destruye desde dentro.

El diablo no es más diablo

si el que le deja serlo no está atrapado

si las cadenas y los barrotes no existieran

ni por mucho oro lo hubiese derrotado…

Con razón

Es determinante cabecear

cuando suena el piano negro

y mantener el ritmo continuo

que marcan tus caderas.

En un baile gris difuminado

me pego al contorno de tu cuerpo

seduciendo los pasos marcados

de la canción del piano del diablo.

Terminando y perdonando

el lascivo seductor aroma de tu ser

cuando vuelan los puñales

de mi lengua sobre tu cuello.

Que corra el aire y la muerte

en la danza macabra de nuestros corazones

por alusiones a unas vidas

que están en todos los fregados…