Hay dos amores que se aman con pasión
pero que el destino los alejó en la distancia
como dos estrellas que brillan en la noche
y nunca pueden tocarse en su constancia.
Ambos sienten un vacío en el pecho
un dolor que no pueden ignorar
saben que su amor es verdadero
pero que nunca podrán estar.
La vida los separó en su camino
y ahora sólo les queda la añoranza
de aquellos días que compartieron
cuando se amaron con locura y confianza.
Pero a pesar de todo, su amor sigue vivo
y aunque estén lejos, se sienten cerca
porque en sus corazones siempre estarán unidos
y su amor nunca morirá en la espera.
Quizás algún día se vuelvan a encontrar
y puedan vivir su amor sin barreras
pero por ahora, sólo les queda soñar
y seguir amándose en sus quimeras.