Un mechero perdido en la nieve,
solitario, frío y sin suerte,
busca su llama, su fuego ardiente,
que le devuelva la vida y la mente.
En la vasta blancura de la nieve,
se siente pequeño y vulnerable,
añorando el calor de una mano amable,
que lo recoja y lo haga visible.
Pero el viento frío sopla fuerte,
y el mechero sigue sin rumbo,
buscando desesperadamente un refugio,
un hogar donde pueda encontrar consuelo.
Y así, el tiempo pasa sin piedad,
y el mechero se va debilitando,
hasta que su llama se extingue,
y queda sepultado en la nieve sin más.
Pero su recuerdo queda en la mente,
de aquellos que lo vieron brillar,
y que se preguntan dónde estará,
ese mechero perdido en la nieve para siempre.