La furia interior es un volcán en erupción
que quema las entrañas con su fuego ardiente,
una fuerza que nace de la frustración,
una rabia que no cesa y que nunca miente.
Es un torbellino de emociones intensas,
un mar de ira que no sabe de razones,
una tempestad que sacude las defensas,
una fuerza que se adueña de las pasiones.
Pero cuidado con la furia interior
pues su poder puede ser destructivo,
y arrasar todo sin ningún reparo
dejando solo ruinas y desolación.
Por eso, si sientes la furia interior,
detente y piensa antes de actuar,
busca la calma y el autocontrol
y así evitarás arrepentirte después de causar dolor.
No saber controlar esa furia interior es un peligro latente que muchas veces pueden acabar mal.
Reflexivas y sentidas letras nos compartes.
Saludos.
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Gracias Lincol, un saludo.
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