Hormigas

En un pocillo de porcelana

un hormiguero se estableció,

pequeñas patitas diligentes

labrando su hogar con gran esmero.

Por entre las hendijas de la taza

se asoma la naturaleza diminuta,

llevando a cabo su laboriosa tarea

sin importar lo que el mundo pueda decir.

Allí, las obreras se afanan

en el transporte de alimentos y lodo,

con una organización admirable

que supera cualquier otra competición.

Y aunque la porcelana los limite

no hay obstáculo que las detenga,

porque en su mundo, nada es imposible

y su perseverancia es una hazaña.

Así que, aunque parezca insignificante

ese hormiguero en un pocillo de porcelana,

es un ejemplo de la grandeza

de la naturaleza en su perfección.

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