Oh, gamba valiente del mar,
que en su caparazón lleva la sal,
siente un anhelo de libertad,
y mira a la luna con ansiedad.
La luna, tan luminosa y bella,
con su brillo plata y estrella,
es el sueño de la gamba fiel,
que desea alcanzarla con su piel.
Con sus pinzas fuertes y afiladas,
y sus antenas agitadas,
la gamba se lanza al mar profundo,
y desafía el oleaje rotundo.
Nada y nada, sin descansar,
buscando la luna en su mirar,
y cuando llega la noche plena,
la gamba brilla como la estrella más serena.
Y allí está la luna, en su esplendor,
bañando a la gamba con su amor,
y la gamba se siente completa,
al sentir que su amor no es secreta.
Así, la gamba enamorada, de la luna que la inspira a soñar, sabe que su corazón está lleno, de la luz que la luna le da, como un gran tesoro.