En el centro de mi corazón
hay un volcán que quema con pasión,
una fuerza ardiente que no puede ser negada
y una llama ardiente que nunca se apaga.
Este volcán del amor es mi fuente de energía
una fuente de calor y poder que nunca se agota,
y cuando lo dejo libre, sale una erupción de emoción
que llena mi alma con una felicidad sin igual.
Este volcán del amor es mi gran tesoro
es lo que me da fuerzas para seguir adelante,
y cuando las cosas se ponen difíciles
es lo que me mantiene firme y constante.
Así que dejaré que este volcán siga ardiendo
y que su lava caliente y brillante siga fluyendo,
porque sé que mientras este amor siga vivo
nunca tendré miedo de enfrentar cualquier reto.