Había una vez un hombre llamado Lito, que vivía en un pequeño pueblo llamado Rañadoiro. Lito tenía un problema muy incómodo, y es que roncaba terriblemente fuerte. Sus vecinos no podían dormir por la noche debido al ruido y, poco a poco, comenzaron a resentirse con él.
Un día, la situación llegó a un punto crítico y los habitantes del pueblo decidieron tomar medidas drásticas. Se reunieron en la plaza y comenzaron a discutir qué hacer con Lito y su ronquido. Algunos querían echarlo del pueblo, mientras que otros proponían soluciones más amables, como ayudarlo a encontrar una solución a su problema.
Finalmente, una anciana sabia se adelantó y propuso una solución que todos consideraron justa. » Lito no es un hombre malo, simplemente tiene un problema», dijo la anciana. «Deberíamos ayudarlo en lugar de castigarlo».
Así que, los habitantes del pueblo se unieron y comenzaron a investigar sobre los posibles tratamientos para la ronquera de Lito . Descubrieron que un cambio en su dieta y un poco de ejercicio podrían ayudarlo a resolver su problema.
Lito estaba agradecido por la ayuda y la comprensión de sus vecinos, y decidió seguir el consejo que le dieron. Después de unos días, el pueblo de Rañadoiro volvió a ser el lugar tranquilo y pacífico que solía ser, y todos pudieron dormir bien por la noche.
Desde entonces, Lito se convirtió en un hombre más saludable y feliz, y su relación con sus vecinos mejoró drásticamente. Aprendió la importancia de la ayuda y la comprensión de los demás, y prometió nunca olvidar el acto de bondad de su pueblo.
La moraleja de esta historia es que, a veces, un pequeño acto de bondad puede cambiar la vida de alguien para siempre. Y en Rañadoiro, todos aprendieron que la ayuda y la comprensión son valores más importantes que el simple descanso nocturno.