Me equivoco en color
cuando mi mundo es en blanco y negro
derrota tras derrota
no acierto ni contra un árbol.
No me mires
cuando de mi mente sangran
todas aquellas palabras sin versos
que no regalan felicidad.
Intento progresar
sin esa espada colgando de mi cabeza
de no saber si mañana es el día
en que me lanzarás al vacío.