Rosa de los vientos
que sacude mi melena
me llena las pupilas de la brisa
sazonada en sal marina.
Enamorada de tu mente
de las olas rompiendo tus ideas
y tu recompensarlas con misterios
que llenan tu alma.
Acunando ese bebé
que hemos creado en esas noches
donde compartíamos poesías
donde leía tus relatos.
Y te suspiro en cada calle
donde dormíamos al raso juntos
donde soñábamos con la libertad
que nos quitaron a golpes.
Te quiero
mi feminidad te respira
desde la primera década mortal
que me besaste…