Te observo
desde mi plataforma
tumbada en el azul
rodeada de amarillo.
Tierna y buena
como un corazón mágico
soñando al pie de la ventana
con luz tenue.
Pasando las horas
con tu mente trabajando
pues con los ojos cerrados
en secreto no das descanso.
Esperando
que al despertar sonrías
un nuevo amanecer
ya estamos en otro día.