No sabía
que los fantasmas no eran eternos
que su sufrimiento no desaparece
si no los atendemos.
Pero no nos fijamos
ni abrimos nuestros corazones
porque no los vemos claramente
al perderlos en nuestros recuerdos.
Cerramos nuestras mentes
a todo aquello que no entendemos
como en una gran jauría de gritos
preferimos darnos la vuelta.