Las marcas sobre mi piel
profundo y cortante
un arañazo señala
un combate a muerte.
Donde las garras
que marcan el cuerpo deseado
hacen de la caza un juego
la primera aventura.
Y te fijas en ella
clavando tu mirada con preguntas
¿quién te ha arañado?
pecador de mi conciencia.
Tu maullido
es como un remate a puerta vacía
porque no siempre es lo que se ve
un momento de desenfreno.