Vuelven las lluvias
olvidadas hace tiempo
a enfriar nuestros cuerpos
como llegadas de la nada.
Y yo me pregunto
ante la enorme necesidad
que si me enfrían demasiado
tu me volverás a dar calor.
En ese cariño amplio
de calentarnos con nuestros abrazos
no dejando que se escape
ni un poco de entre las sábanas.
Porque cuando sientes una vez
ese calor que desprende del amor
cuando ya te ha invadido
no se puede olvidar jamás.