La niebla
se mete en el valle
entre dos montañas
mi cueva.
Hace frío
pero se asoma el calor
más allá de mi piel
se enciende desde el alma.
Suena el agua
el manantial se resiste
a los últimos coletazos del verano
a morirse.
Intento respirar
sacar pecho a lo que me consume
a pesar de toda la belleza
que me rodea y no me consuela.
La luna se pelea con el sol
baja el águila al campo
los gorriones cantan su alerta
empieza mi dolor.