Ayúdame
a creer en lo amargo
donde las preguntas surgen
para meditar algo.
Donde los chistes son libros
que no esconden promesas
sólo resaltan las costuras
de las que estamos hechos.
Ayúdame
donde las causas son justas
para no creer en ellas
pues siempre te traicionan.
Donde poner el corazón
no es la manta que calienta
ni los ojos que hieren
cuando no quedan presencias.