He vuelto a perderme en la noche, insomnio brutal y descarado de mi condición de ya no ser humano, lo raro es que me he acostumbrado a estas noches largas, frías y solitarias. Me he acostumbrado tanto que ya no sé como ser sociable, como hablar con las personas, como decir todo lo que me duele y todo lo que está roto en mí, la enfermedad degenerativa que me consume ya he dejado de odiarla, me odio a mi por no saber tirar la toalla y aferrarme a una vida que ya no me produce felicidad.