He buscado en tantos lados aquello que llene mi corazón que por más que lo he intentado un total vacío siempre se ha apoderado de mí. ¿Cómo una persona con una enfermedad crónica puede encontrar alguien con quién compartir momentos?, una persona que no tiene vida social, más allá de su cueva, nunca más lejos de un Hospital.
¿Dónde se puede dar una oportunidad?, si no voy de bares, que casi no puedo pasear, que el mundo es una pesada carga difícil de llevar, ya no sé lo que es ir a bailar, un cine, los museos donde no faltaba, mis sesiones de fotografía, cosas tan sencillas donde poder conocer a personas de mi edad o que por cercanía puedan tener una buena conversación, sin nada a cambio, sin exigencias ni malas caras, una sonrisa llega no se pide mucho más.
Cincuenta años son una barrera para los que sufrimos de algún mal, como poseídos por los demonios todo es más complicado porque a estas alturas todo el mundo tiene una vida hecha, un circulo social. Pero los que nos hemos movido por todas partes sin establecernos viviendo sin echar raíces, ¿qué podemos hacer?.
Si algo llevo peor que el dolor o mi enfermedad es la insultante soledad que me desprecia de tal manera que me invita a irme para no volver, a reinventarme cada mañana para no ceder.
Que “jartá” más grande.
Uno de esos espacios es este. Aunque sea difícil tener confianza en los demás
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Cuanto me gustaría, un abrazo.
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Entiendo cada palabra.
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Gracias veccapreetz, un abrazo
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