Nada de tu interior
me dejaba ser feliz
nada de tu exterior
me dejaba entrar en ti.
Como en un juego
los niveles eran más y más altos
y la recompensa peor
tirando a un momento malo.
Tirar la toalla una bendición
en un cuadrilátero injusto
donde sólo yo recibía golpes
y tu todos mis besos.
Y no es cuestión de gustos
soy un monstruo
pero al menos lo intento
pero tu me dejas fuera.