En la asamblea de la vida
se comen las castañas crudas
no hay facilidades para nadie
ni para quien pone el carbón.
La ruleta rusa de los años vividos
son las cascaras perdidas de lo comido
de lo primero que se viene a la cabeza
si no es escupido.
Ser lo más vulnerable
de lo que reconoces como alternativa
es vivir con cuatro trapos al viento
sin tapujos ni remordimientos.
Y es que por mucho que te juzguen
tengan razón o no de hacerlo
en un tumulto de opiniones global
todo te debería importar una mierda.
Y que así sea, que te importe una muerda!!!!!
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jajajajaja, un abrazo Ana.
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