Me deshice de la oscuridad
en el momento que tus pupilas
se centraron en las mías
y nos mantuvimos la mirada.
Si el silencio de nuestras bocas
no hacía falta que dijeran nada
por el contrario nuestros ojos
lo decían todo.
En el principio de todo
sólo muy pocas cosas están claras
y es que si dos almas se buscan
nadie puede pararlas.
Cuando un corazón se delata
y enseña sus cartas claras y decididas
el amor no le pone pegas
solamente se deja querer para siempre.
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