Movimiento sangrante
de mis parpados cansados
de resistirme a lo inevitable
convertirme en sólo carne.
Una porción no pensante
lleno de trozos colgando
sin más belleza que la del horror
y que ya nada te puede hacer daño.
Esperando un tiro en la frente
o una espada que te corte la cabeza
otras cosas solo alargarían la agonía
y el vacío de los ojos.
Zombie
sin un lugar propio donde volver
un pensamiento que recordar
lo que se llama el día a día.
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