Mi niña
es súper picante
sonríe de buena fe
cuando te come el cerebro.
Pero lo hace despacio
como cuando absorbes una almeja
para tener tu conocimiento
en su materia gris.
Y no te cuestiona
ni se molesta en absoluto
cuando le pides que vaya despacio
y pone a prueba tu devoción.
Mi niña
da gracias todos los días por tenerme
te da todo el tiempo del mundo
mientras te encierra en el sotano.