Eres mi dulce de leche
que tomo en pequeñas dosis
para no endulzarme demasiado
para no engancharme del todo.
Necesito de ti ese poquito
que de ser una pequeña parte es enorme
que se cuela en mi sistema y crece
formando parte de mi.
Eres el ecosistema sostenible
de mi corazón errante y mochilero
que como una abeja con su néctar
tengo esa necesidad de llevarte a casa.
Y que no me faltes nunca
o por lo menos en lo necesario
no en lo material o en la exclusividad
sino en decirme te amo.