La soga
que cuelga de mi cuello
me enseña a respirar
por los poros de mi piel.
Aprieta
mas que la publicidad
en una televisión
públicamente en abierto.
Me pone morado
y me saca los ojos de las cuencas
aquellas que vieron
más allá de la muerte.
La soga
que para un día que me cuelgan
me mata
y no me lleva de paseo…
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