Siempre espero tu llamada
pero ahora ya no me buscas para nada
has despegado y elevado
más allá de mi circulo cercano.
Tus palabras no quieres gastar
la saliva está demasiada cotizada
ahora te entretienes con tu cuerpo
ese templo sagrado tan amado.
Añoro los tiempos de la comunicación
esos que implicaban horas y horas
donde los temas y las confesiones
eran la parte autentica de la relación.
A pesar de todo ello te quiero
y guardo a flor de piel tu recuerdo
siempre has sido una musa deseada
lo más bonito que no he podido conquistar.