Del cuello la cuerda
ahorcándome el alma
de su mano la pistola
apuntándome al corazón.
Podía disparar
y salvarme del dolor
evitar una muerte
que saciara su venganza.
Pero fijaba sus ojos
en como se partía mi cuello
riéndose por lo bajo
demostrando indiferencia.
De nada valía
los meses dedicados
la exclusividad otorgada
todo le daba igual.
Verme morir la llenaba
le hacía sentirse como una diosa
le provoco un gran orgasmo
mi último suspiro…
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