Te da mucha pereza
el sentarte en mi regazo
para contarte historias
de nuestros abrazos.
De los besos
que nos hemos dado
en el calor de la chimenea
a la luz de las velas.
Y aunque nos amamos
sin olvidarnos
a veces hay que recordar
porque nos enamoramos.
No podemos dejar
que las cosas sean vagas
la luz de nuestra mirada
no se puede apagar.