Esperanza
la crónica anunciada
de un sistema aburrido
de esclarecer emparejamientos.
Donde lo que no cunde
no amarga a un santo
y donde lo que es bueno
no suele ser barato.
Pero ponerle precio
a una cosa del corazón
es como meter los sentimientos
dentro de un condón.
Sin lugar a dudas pues
no podemos ser aconsejados
que donde el querer duele
sea la mejor peregrinación.
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