Dura realidad

Hasta los presos

gozan de más libertad

se dice mi corazón

en silencio.

No tengo vida

ni pausa en mis poros

que escupen sangre

desde sus llagas.

Soy como la peste

arrastrada a un cubil

que no tiene futuro

ni enseñanzas.

Ni la muerte ya se pasa

a darme la visita

para ella no vale la pena

conmigo perder su tiempo.

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