Es una historia
temblar los flanes en la mesa
con tu mirada perdida
más allá de la ventana.
Una estrella fugaz
que deja un espejo partido
tus manos crean constelaciones
sin hacer nada.
Sin daño alguno
en las imágenes repetidas
como un iceberg a la deriva
compartiendo tu saliva.
En la primeras lluvias de Otoño
sin calcetines en el cajón
llegan las postales de la nieve
me quedo sin ti otra vez.
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