No esperaba la sal en mi carne,
ni esperaba tampoco la pólvora en mi pelo,
la sangre entre mis ojos.
No esperaba el metal entre mis dedos,
el peso en mis manos,
el cansancio en mi cuerpo.
No esperaba verte
guerra en mis adentros.
No esperaba la sal en mi carne,
ni esperaba tampoco la pólvora en mi pelo,
la sangre entre mis ojos.
No esperaba el metal entre mis dedos,
el peso en mis manos,
el cansancio en mi cuerpo.
No esperaba verte
guerra en mis adentros.
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il sale che brucia, la polvere da sparo che ha forato l’anima chissà quante volte, il sangue cocente nei ricordi, la pesantezza del qui ed ora e nemmeno un fiore per volare sulle melodie di un profumo d’amore che dona miele al sangue, polvere di sogni tra i capelli, le stelle negli occhi, il vento tra le dita, le ali al cuore, la leggerezza del corpo, la pace dentro uno sguardo ritrovato… Un abbraccio. S.J.
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Grazie mille, un abbraccio
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