Soy tan poca cosa
un suspiro del viento,
robando las lágrimas
a la mismísima escarcha.
Dicen que a mi
no me importa nada,
y la sangre un día se seco
del manantial de mis besos.
De pocas cosas me arrepiento
pero tu eres mi vida,
como el vuelo del halcón
girando a mi alrededor.
Ahora soy sombra
la ambigüedad de un fantasma,
ya no tengo amaneceres
ni la lucidez del sol en mi rostro.