Te conocí en el valle de la luna
donde desnudabas tu alma al sol,
me hiciste el amor mirándome a los ojos
entre tu fuego y el volcán de Villarrica.
Me acuerdo de los sofocos de tus besos
con tu lengua en el cerro de Santa Lucia,
de como jugabas a ponerme el anillo
y llevarme al altar en el glaciar de grey.
De tus ganas de tener niños para llevarlos
a jugar al monumento natural los Pingüinos,
de envejecer a mi lado y recorrer el mundo
y poder decir que estuvimos en la playa de Reñaca.
Me enamore de ti en el Canal de Beagle
y desde ese momento supe que era por tu culpa…