Te gusta picar el pan
que te deja el queso fuera,
soltarte en tu microondas
y mirarme fijamente,
entretenida las charlas
que sacan tu camisón al aire,
espionaje de la peca
que lleva tu nombre puesto,
escuchas sin disimulo
las conversaciones pasadas,
lloras y empatizas
cuando mondas la patata,
gritas y pides silencio
cuando auxilias al sexo,
eres una musa de ciudad
que tira de cafetera,
me rascas la barriga
esperando que salga el genio,
me niegas y reniegas
cuando simplemente me quieres…