Ana en su dulzura
es como la furia del bosque
donde no hay paraíso
si no está presente.
No la sobrevives en el tiempo
si no la admiras realmente
en su bondad más inocente
reside su potencial.
Ana es para el amor un capricho
ni cupido ha podido escapar
a caer de rodillas a sus pies
a besar su pálida piel.
Y no completaría su historia
si no fuera un verdadero reto
el seguir a su mente años luz
de los que formamos su sueño.