He salido con tus ojos verdes
y me llevaron al templo de tu tiempo,
se hicieron anillo sobre mi dedo
y consumieron media vida en ello.
He poseído tu cuerpo
y tu te hiciste con el mío,
me decías que me amabas a diario
mientras yo perseguía tu alma.
Tu cabello rubio era bandera
desnudo tu cuerpo una metáfora,
y yo me sorprendía cada día
de lo mucho que me alejaba.
Llegue a tener en ti mi fin
y no puedo reprocharte nada,
cuanto más tu me amabas
más de mi se moría.
Y el tiempo me dejo claro
que de ti tenia que alejarme,
me consumías la vida entre rejas
aquellas de la que no pude librarme.
Con todo ello un día me solté
y no por que me liberases,
más bien la muerte fue mi aliada
y de ti ya no logro acordarme.