En el banco

En el banco

con mi sombra pegada a mí

solitario y moribundo

esperando tus palabras,

terco y burro

cabezota y dolido

enamorado de por vida

de un sueño imposible,

echándote de menos

con las manos heladas

mí corazón así se siente

cuando ya no te tiene,

idiota y estúpido

mil razones para retratarme

distinto y malherido

queriendo comprenderte.