Vuelo…
Rasante a pie de calle…
Cómplice de la luna que ilumina cada metro de mi vida y me lleva sin parar entre los ríos asfaltados y la locura de medio cerebro compartido en un motor gasolina, entre válvulas y corazones rotos.
Botella de ginebra escarchada por la madrugada.
Purpurina sobre la cara.
¿Cómo te encuentras?.
Me gusta el tacto de tus muslos, el sabor de tu sexo en mi boca.
Vuelo, vuelo, asciendo.