Gotean mis ojos
la sangre de mis ideas
esas que cuando no salen
no crean sentimiento.
Y la tensión baja y sube
como los aplausos fáciles
esperando que la pluma
marque una línea a no pasar.
Y como cada mente
tiene sus propias habilidades
a veces interesa cambiar
y evitar el dolor de cabeza.
Por tanto como agujero de gusano
las gotas no quedan en el suelo
más bien van a otra dimensión
en busca de mejor karma.