Después del cielo
las estrellas,
después del mar
la tierra,
después de ti
tus dulces ojos,
y mientras me lo pienso
no sé de amores.
Por eso después de todo
está aquello otro,
del amor el dolor
y de la pasión el olvido,
por eso olvido
aunque recuerdo,
y son tan grandes
los tormentos,
que no puedo apartarme de ellos.