Esperaba tu llamada. Esperaba tu ilusión por hablar conmigo, para contarnos nuestras cosas y así reírnos juntos, pero hoy no fue ese día. Esperaba con ternura y quizás ansiedad que sonara mi teléfono y que tu nombre apareciese en el, se me abrían los ojos solo de pensarlo, no estuviste aquí. Pero no se me olvida amarte con locura porque al fin de cuentas una llamada solo es un momento y el querer es por mucho más tiempo. Aunque esa ilusión de adolescente no te la quita nadie con el teléfono en la mano mirándolo esperando que suene. Hoy no pude escuchar tu voz y me vi rodeado del espacio de la soledad porque me falto esa parte de ti que tanto me da en esta maldita distancia que el amor recorta pero que no acerca. Pero no me quejo, otros días hemos hablado y amado y habrá tanto tiempo por delante que un día sin ti aunque me duela más que la vida espero que mañana sea más anécdota que repetición, entonces mi dolor se tornara alegría cuando escuche tu sonrisa y después te podre decir, te quiero mi vida, te quiero.