Hoy me he muerto un poco más que ayer pero menos que mañana, y es que solo he tenido una alegría en todo el día y fuiste tú. No sé cómo explicarlo pero fue como si nos conociéramos de toda la vida, hubo química entre nuestras palabras, miradas ciegas de un entendimiento mayor y me he alegrado muchísimo porque ha sido lo único que no ha hecho que pierda el juicio hoy, ahora toca dormir a la sombra de mi tristeza y solo pensar en cuando nos cruzaremos otra vez, tu y yo, quizás sea un comienzo de un paseo juntos, quizás sea yo la playa y tu el mar.